¿Trabajo social y sexo?

Llevo varios días intentando «engañar» a una compañera, Trabajadora social, también – con su titulo, por supuesto- para que se anime a escribirnos algo sobre Sexo y Trabajo Social. ¿Porque? Porque es experta y porque ya sabéis que trato siempre de hablar de lo que menos se habla en nuestra profesión o de lo que se habla menos. Y con la intención de tentarla o abrirle un poco el camino me he puesto a buscar información, a ver si yo era capaz de escribir algo interesante sobre el tema, algo de calidad.

Me he encontrado con esto que os voy a copiar ahora. Muy sencillo, no es verso, muy fácil de entender, que ya sabemos que para hacer largas reflexiones, necesitamos investigar y muchas paginas, pero interesante al fin y al cabo.

Fijaos de que forma mas sencilla podemos intervenir.

Formas de actuación desde el Trabajo Social en relación a las enfermedades de trasmisión sexual.

1. INDIVIDUAL

La actuación puede ser de carácter individual, como por ejemplo colgar un cartel en nuestro despacho promoviendo el uso de preservativo, o incluso aconsejando a nuestros Usuarios que revisen periódicamente su salud sexual mediante un especialista. No queremos decir que haya que ir diciendo a todos nuestros usuarios que revisen su salud sexual, pero como el rol de trabajador social nos concede unas informaciones especificas sobre las personas, podemos actuar desde nuestra posición para implicar al usuario con su propia salud. No es descabellado pensar que sin tenemos un usuario que normalmente recurre a las prostitutas, decirle que sería recomendable que se hiciera un chequeo.

2. GRUPAL

También desde un punto de vista más grupal, si nos encontramos trabajando con un colectivo con mas posibilidad de contagio, como pueden ser Jóvenes, trabajadoras sexuales etc. Tenemos que aplicar una intervención más centrada en la prevención de estas enfermedades ya que pueden ser más propensos a contagiar-se o incluso a no tratarse por vergüenza o simple desconocimiento. Desde este punto de actuación podemos informar sobre la naturaleza de estas enfermedades, sus síntomas y como curarlas/prevenirlas. Así nuestra función sería la de control e información.

3. COMUNITARIO

Por otro lado y ya a un nivel más Comunitario, el trabajador social también puede encabezar políticas de prevención, o de recopilación de datos. Gracias a la gestión de organizaciones un trabajador social debe ser capaz de movilizar las fuerzas necesarias para iniciar, por ejemplo una campaña de uso de condón entre las trabajadoras sexuales. O promover la ejecución de políticas de concienciación de la población.

Fuente: http://mural.uv.es/majolco/index6.htm

Ahí queda abierto el camino ¿ Alguien puede y quiere mejorarlo?

 

 

Publicado el noviembre 27, 2012 en Uncategorized. Añade a favoritos el enlace permanente. 3 comentarios.

  1. Espero que profundicéis, es interesante 🙂

  2. Aunque ahora no me estoy dedicando específicamente a la Educación Sexual, sí lo he hecho durante muchos años… y considero que como trabajador@s sociales, además de lo que se ha expuesto, podemos hacer mucho más que la intervención desde los riesgos (its, vih/sida, embarazos no deseados…). Podemos intervenir desde el cultivo, comprendiendo el enriquecimiento personal que obtenemos a través de las relaciones afectivo-sexuales, que es una forma de comunicarnos y de sentir y dar placer, que tod@s somos seres sexuados y que en este camino podemos aprender a disfrutar de forma sana. El trabajo de actitudes y habilidades, también de los profesionales, es fundamental. Gracias, y espero seguir leyendo en este espacio entradas sobre este tema que me apasiona!!

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